Mire un video en LinkedIn; el fundador de una empresa que ha sido muy exitosa, hablando sobre su experiencia: “Tenía depresión y no lo sabía”

Primero, aplaudí el gesto de reconocer algo que le pasa a mucha gente pero que pocos se atreven a decir, sobre todo en cargos donde no se permite ser vulnerable; segundo, aplaudí que recomendara lo que nadie se atreve a cultivar; la gestión emocional y cuidar de la salud mental

Cuando lideras un equipo; una fusión o tu propio emprendimiento sigues siendo persona; con habilidades duras y blandas, con una historia detrás y momentos de vida difíciles y créeme cuando te digo que en más de 20 años en el mundo corporativo ningún manual o capacitación hablaba de gestión emocional; autoconocimiento, comunicación efectiva con personas con problemas emocionales. No quiero decir con esto que las empresas son responsables de nuestra salud emocional, pero son el lugar donde pasamos gran parte de la vida por lo que formar líderes y lograr una cultura organizacional donde los equipos sientan contención; sin duda ayudará a que haya menos licencias.

Sí, deberíamos considerar hacernos cargo en qué tipo de herramientas entregamos a nuestros líderes, hoy se hace urgente hacer que las personas puedan autogestionarse; en ello el coaching y la inteligencia emocional son maravillosas posibilidades, aunque sabemos que muchos directivos nunca han tenido un apoyo similar y ¡Por Dios que ayudaría! Oprah tienen a Martha Beck, Obama tuvo a Robbins entre muchos otros líderes en sus rubros; mi invitación aquí es que, aunque no esté en presupuesto si tú estás pasando por un momento de crisis es importante pedir ayuda.

Cuando los resultados son el único fin, pero la salud mental es una responsabilidad de cada persona.

Este fundador del que te hablo atravesaba un momento crítico en su compañía. Nadie le enseño lo importante que es en el liderazgo gestionar el estrés;  aprender cómo manejar la angustia al recibir demandas que le llegarían en momentos difíciles por desórdenes administrativos, la ansiedad que genera el hecho de tener deudas y reclamos, aquí recuerdo otra de sus frases, menciona: “Todos querían algo de mi pero a nadie le importaba yo” Esta es la historia de su propio emprendimiento sin embargo, puede ser que estés pasando por alguna situación similar o donde te sientas sin rumbo o viviste un duelo terrible y el “deber ser” te sobrepasa;  el tener que dar resultados igual atormenta “tu hacer y tu ser” que claramente necesita ayuda. Bueno cuando esto suceda yo te invitaría a identificar algunas cosas que son detonantes en la salud mental; los miedos, aquí información que rescaté de la psiquiatra Marian Rojas.

El miedo surge de un estado constante de estar alerta y esto puede generarse al estar sometidos a altos niveles de estrés, vivimos hiperventilados y agotados pues estamos en modo sobrevivencia.

¿Qué cosa me tendría que preguntar sobre el miedo cuando lo siento?, por ejemplo: ¿Qué quiero evitar comportándome de este modo?  ¿Qué tengo miedo a perder? ¿De quién te estás defendiendo?

Algo que no sabía es que cuando uno tiene miedo, uno percibe que las personas le tratan peor, con el miedo pasa también que interpretas la realidad como es ¿Cuál es esa imagen desastrosa que sobre ti? Analízala.

Otra parte importante del miedo es descifrar ¿De qué tienes miedo? Hay miedos explícitos como estar alerta constante porque tengo miedo a perder el trabajo o el miedo inexplicable; cuando dices: “Tengo miedo, pero no se de qué o porque” esta segunda opción ya vislumbra un estado mucho más angustiante ya que el ser humano quiere entender qué le pasa y cuando no es así la angustia se puede incrementar.

Otras cosas que te pueden ayudar es saber cuáles son los miedos principales porque permaneces en modo alerta y de supervivencia y piensa si te pasa:

5 principales miedos

1.-El miedo a causar decepción: Cuando se procuró en la infancia ser el niño bueno y tienes siempre recuerdos de críticas por ejemplo de siempre tratar de ser ese del que esperan tanto, piensa cuanto de ello se puede manifestar en tu trabajo.

2.- El miedo a perder el control: Cuando tratamos de controlar todo, incluso aquellas emociones o situaciones que nos hicieron daño o nos causaron dolor, desarrollas ser controlador, obsesivo, perfeccionista, rígido, la seguridad y de los míos son primero. Puede ser que te hicieron daño, que hubo algún tipo de abuso y te fallaron cuando bajaste la guardia, esto podría desarrollar un trastorno de ansiedad generalizada y es agotador ya que te impide disfrutar de las alegrías

3.- El miedo a no ser perfecto: Y es que siempre vamos a fallar, caerás porque no existe esa perfección ¿Con quién te han comparado? ¿Compites?  ¿te comparaban? Compararte siempre nos produce un estado de enorme vacío, puede que trabajes en buscar metas y modelos inalcanzables y no conseguirlo nos lleva a un estado de insatisfacción vital

4.- El miedo a no ser importante: Cuando hay abandono en nuestra vida, rechazo, o momentos donde te sentiste denigrado, excluido; obsérvate: Uno puede generar un comportamiento de manipulación de los relatos, intentar migajas de afecto, es en la generación de redes sociales donde se impulsa más este miedo, sin duda una sociedad individualista donde las personas inventan cosas para ser algo que no son

5.- El miedo a sufrir: Pienso que sufrir me destruirá y no quiero sentirme mal, puedo buscar vías de escape, drogas, alcohol, comidas y una evasión total

Haz notas de cuáles son tus miedos y aprende a gestionarlo con un especialista. Si no eres tú quien se encuentra en ninguna de estas circunstancias o ya pasaste por ahí sanando lo que tenías que sanar, ¡felicidades! Pero si no, si por el contrario eres o conoces personas que pueden estar pasándolo mal comparte esta información, siempre se puede ayudar a alguien.

Mi granito de arena en este día de la salud mental es como terapeuta floral, regalarte una llamada de claridad, a quien lo necesite solicítalo aquí: https://veliaorozcodelvalle.com/contacto/