Sé que se habla mucho de la post pandemia, pero no podemos negar que los desafíos a los que los líderes se enfrentaron fueron completamente fuera de su zona de confort a todo nivel; es por lo que hoy se habla del líder situacional. Pero ¿Qué define la situación? No es fácil dar una respuesta única a esta pregunta, y tal vez no corresponda darla, ya que es el líder quien debe saber descifrar el tiempo y la situación que le toca vivir.

Según la Psicóloga y Ph. D Nureya Abarca, La consideración de la relación entre el líder y sus seguidores es uno de los factores clave ¿Dónde poner énfasis? en la flexibilidad y la relación que establece con sus seguidores. Es por ello por lo que no podemos adjudicar el liderazgo a una persona en particular sino en una relación entre personas, por lo que es un proceso social, en el que el líder interviene para establecer conexiones entre individuos con el fin de lograr objetivos y metas.

Uno de los principales hechos que encontramos en las organizaciones es la guerra de egos y el miedo por equivocarse o no ser suficiente. Hemos hecho del líder un personaje casi inmaculado, un arquetipo de héroe citando a Jung que resulta debe ser infalible y poco a poco la ansiedad de no ser ese personaje nos devasta y comenzamos a olvidar por qué nos consideraron para la dirección o gerencia en la que estamos.

En otro sentido y peor aún existen «Influencers» que iniciaron una emocionante carrera de convicción con su mensaje y después se pierden en el personaje que crearon, mismo que termino por destruir su verdadera esencia. En la serie “Chef Table” sobre pizzas en Netflix está la historia de Gabriele Bonci; un Chef Romano que relata su historia y como la máscara de su propio personaje se apodera de él y debe comenzar una búsqueda a su verdadero yo pasando por momentos muy oscuros.

Pero ¿Dónde comenzar? ¿Cómo podemos iniciar esta búsqueda genuina para ser mejores líderes? no sólo en nuestras organizaciones sino también en nuestros círculos de influencia como puede ser la familia.  Mi sugerencia es explorar los componentes de la Inteligencia emocional que cito a continuación [1]:

En resumen, ser emocionalmente inteligentes significa conocer las emociones propias y las ajenas, poder manejar las emociones a partir de su conocimiento y, más importante aún, saber en qué situaciones es apropiado la expresión de las emociones y el efecto que causan en los demás. Recordemos que ser un líder situacional requiere de flexibilidad y la relación que establece con sus seguidores.

[1] Herramientas de coaching para las organizaciones de la Universidad Católica de Chile.

Con amor VO